
Visados Schengen: entre el rechazo injustificado y la dignidad de los ciudadanos marroquíes
En los últimos años, se ha intensificado entre los marroquíes una creciente indignación frente al aumento de las denegaciones de visados Schengen, especialmente por parte de los consulados de España en Marruecos. Lo que debería ser un trámite administrativo se ha convertido para muchos ciudadanos en una verdadera prueba de dignidad.
Cada vez son más los casos de marroquíes que, a pesar de cumplir todos los requisitos exigidos como empleo estable, propiedades, solvencia económica o invitaciones profesionales, reciben un rechazo sin explicación clara. Esta situación ha generado frustración y un profundo sentimiento de injusticia, al constatar que, paradójicamente, otros solicitantes con expedientes incompletos o incluso dudosos logran obtener el visado.
Las cifras reflejan la magnitud del problema: más de 50.000 solicitudes rechazadas en un solo año, lo que representa más de 4 millones de euros en gastos no reembolsables para los solicitantes marroquíes. El pago de tasas consulares, seguros, reservas y otros servicios adicionales se pierde completamente en caso de negativa, sin que exista un mecanismo de compensación ni una justificación detallada de las decisiones.
Esta realidad plantea interrogantes sobre la transparencia y la coherencia de los procedimientos consulares, especialmente en los consulados españoles, donde muchos ciudadanos perciben un trato desigual e incluso discriminatorio. En ciertos casos, la denegación parece responder más a prejuicios persistentes que a criterios objetivos: la idea del marroquí visto sistemáticamente como un “migrante potencial”, pese a demostrar su arraigo y estabilidad en su país.
Más allá del aspecto burocrático, este fenómeno toca una dimensión más profunda: la del respeto y la dignidad humana. Las relaciones entre Marruecos y España no deben medirse únicamente por tratados económicos o encuentros diplomáticos, sino también por la manera en que se trata a los ciudadanos ordinarios que acuden a las ventanillas consulares. Diversas voces de la sociedad civil marroquí han pedido una revisión urgente del sistema de visados, reclamando mayor equidad, transparencia y mecanismos de recurso más accesibles. También han instado a la diplomacia marroquí a actuar con firmeza frente a estas prácticas, defendiendo los derechos de sus ciudadanos en el marco del respeto mutuo.
Porque cada visado rechazado sin motivo no es solo un trámite perdido: es una herida en la confianza bilateral y una afrenta a la dignidad de quienes, con buena fe, buscan viajar por motivos legítimos. La verdadera frontera, hoy, no está en los puertos ni en los aeropuertos, sino en la forma en que se respeta la dignidad de las personas.
Publicado el : 27 de octubre de 2025

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