
El siseo de los extraños: una tarde de literatura y destino en Tetuán
En Tetuán, cuando el crepúsculo se posa sobre las colinas y el aire se llena del rumor de las fuentes, las palabras también buscan su refugio. Aquella tarde, el Centro Cultural Iklil se convirtió en un faro encendido en mitad del otoño: las luces tenues, el murmullo del público, los rostros atentos que esperaban escuchar algo más que una historia. Era el llamado de una voz que llegaba desde la herida y la memoria.
La Asociación Dror para el Desarrollo y la Cultura había tejido ese encuentro con delicadeza: una velada consagrada a la novela “Hissis al-Ghurabā” (El siseo de los extraños) de Abdelhamid El Beyuki, donde la literatura se volvió presencia viva, respiración, eco de humanidad La sesión fue inaugurada por Najlaa Ettahami El Ouzzani, presidenta de la asociación, quien ofreció un discurso de bienvenida lleno de calidez y significado. A su lado, Bachir Addamoun, compañero del autor en el viaje de la escritura, no presentó un libro, sino un universo que se abría paso entre los silencios. Su lectura fue un hilo de luz que unía al público con el texto, invitando a entrar en el territorio donde las palabras tiemblan y el alma se reconoce extranjera.
Describió la obra como una novela soñadora y rebelde, de una belleza serena que encierra mensajes humanos sin renunciar a la forma artística ni a la elegancia del relato. Una historia que deja huella en el lector porque revela la fragilidad del ser ante la dureza del mundo, el desamparo de quienes migran y la exposición del cuerpo y la libertad de la mujer frente a los juicios de las costumbres y la tribu. En el corazón de la obra se entrelazan las vidas de Antonio, Amir y una mujer silenciada, cuyas historias marcadas por la distancia, el dolor y la búsqueda de sentido se cruzan como reflejos en un mismo espejo. La novela invita a contemplar el sufrimiento callado y las coincidencias del destino, donde la identidad se convierte en un territorio de exilio y esperanza.
Durante su intervención, Abdelhamid El Beyuki habló con una sinceridad que conmovió al público, confesando que volvió a leer su obra con los ojos del lector, no del autor. En esa relectura, redescubrió las heridas invisibles del texto, especialmente en aquel capítulo donde el dolor individual se funde con el dolor colectivo, y donde los personajes se enfrentan a sí mismos buscando una salvación incierta. El siseo de los extraños plantea preguntas profundas sobre la culpa, el perdón, la reconciliación y la pérdida. Su lenguaje es un susurro que respira, una voz que acompaña al alma mientras busca su refugio. El final, abierto y luminoso, sugiere un camino compartido, un viaje que podría significar redención o simplemente el eco de una esperanza.
El diálogo con el público se caracterizó por la profundidad de las preguntas y la sensibilidad de las reflexiones: se habló de la misteriosa desaparición de Noria, del significado del “siseo” como estado de exilio interior, de la posibilidad de llevar la obra al cine y del tema de la identidad fragmentada que atraviesa el relato.
El autor explicó que la ausencia de Noria no es una pérdida, sino un espacio deliberado para la interpretación, una grieta que permite al lector ser parte de la historia: no como espectador, sino como cómplice del dolor y de la búsqueda. La velada concluyó en un ambiente de emoción y complicidad. El público se acercó para firmar sus ejemplares, sellando con cada dedicatoria el encuentro entre quien escribe y quien siente. Fue una tarde en la que la literatura volvió a recordarnos que todos, en algún rincón del alma, somos extranjeros que buscan su voz, su identidad y su destino.
Publicado el : 27 de octubre de 2025

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