
Marruecos albergará la primera gigafactoría de baterías de África con inversión china millonaria
Marruecos está a punto de dar un salto histórico en el sector energético con la instalación de la primera gigafactoría de baterías del continente. La empresa china Gotion High-Tech invertirá alrededor de 5.600 millones de euros en este proyecto, que representa un hito estratégico para el país y para África en general. La planta, ubicada en Kénitra, tendrá una capacidad inicial de producción de 20 GWh anuales y estará orientada en un 85 % a la exportación, principalmente hacia la Unión Europea. A diferencia de una simple línea de ensamblaje, la fábrica incluirá la producción de materiales clave como ánodos y cátodos, reforzando la seguridad en la cadena de suministro y reduciendo costes. El inicio de la primera fase está previsto para 2025, y se calcula que generará 17.000 empleos directos e indirectos, convirtiéndose en un motor para la economía local y un paso decisivo en la industrialización del país.
Un socio estratégico en la transición energética
La alianza entre China y Marruecos no surge de manera aislada, sino que forma parte de una política nacional destinada a consolidar al país como referente en la electromovilidad y en las energías renovables.
Gracias a su cercanía con Europa y su acceso a mercados de América, Marruecos se posiciona como una plataforma industrial atractiva para otros gigantes tecnológicos. No es casualidad que firmas chinas como BTR, CNGR y Hailiang también hayan mostrado interés en establecerse en territorio marroquí. Este movimiento cobra especial relevancia ante el objetivo europeo de lograr que todos los vehículos nuevos sean de cero emisiones en 2035, lo que sitúa a Marruecos en un lugar clave dentro de la cadena de valor mundial de las baterías, disminuyendo la dependencia de Asia y mejorando la logística hacia el continente europeo.
Impacto económico y social La construcción de esta planta no solo aportará empleos, sino también transferencia de conocimientos, fortalecimiento de infraestructuras y desarrollo de competencias locales. Con una capacidad proyectada de hasta 100 GWh en fases posteriores, Marruecos podría transformarse en un hub regional de producción de baterías, clave tanto para la movilidad eléctrica como para el almacenamiento de energía renovable procedente de fuentes como la solar o la eólica. Además, el proyecto tiene el potencial de atraer nuevas inversiones extranjeras, consolidando al país como destino prioritario para la industria tecnológica en África. A largo plazo, podría servir de ejemplo para otras naciones africanas que buscan avanzar en su industrialización y contribuir activamente a la transición energética global.
Retos y perspectivas
Si bien el proyecto abre oportunidades significativas, también plantea desafíos relacionados con la sostenibilidad ambiental y la justicia social. La expansión industrial deberá ir acompañada de políticas que garanticen un desarrollo equilibrado y respetuoso con el entorno, evitando impactos negativos en los recursos naturales y en las comunidades locales. Con esta iniciativa, Marruecos no solo refuerza su papel como líder energético y tecnológico en África, sino que también proyecta una imagen de país preparado para afrontar los retos de la transición verde y para integrarse plenamente en las cadenas de valor globales.
Publicado el : 17 de septiembre de 2025

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